La estética de las botellas
impuesta durante siglos ha definido claramente
lugares de tradición vinícola (recordemos la
bordelesa y la borgoñesa, los modelos más conocidos).
Sin embargo, existe algo común en los miles
de modelos que podemos encontrar: su dinámica
física… ¡son todas iguales!
Con la llegada de “Martín Berasategui System”, el
concepto del vino encuentra finalmente una aportación
universal a todos los modelos existentes. Desea
unir en un mensaje común la
mejora de la calidad y el respeto al producto.
Estamos convencidos de que estos instrumentos de
clara diferenciación en manos de nuestros fantásticos
enólogos, sumilleres y bodegueros podrán completar
el círculo de revolución enólogo-gastronómica
que ha visto y sigue viendo a España como un partner
europeo y mundial, innovador y de referencia.
En este delicado momento económico son las ideas
como estas las que se pueden transformar en posible
detonador de nuevas economías y ayudar a
abrir nuevos mercados.
Desde Valladolid precisamente, lugar donde se
concibió el proyecto, invitamos a todos los que
estáis al cuidado de las viñas de España a ser los
primeros en disfrutar de estas novedades con las
que se engrandecerá aún más el nombre de nuestros
buenos vinos.
Este proyecto parte de diseños que dan respuesta y
solución a los problemas de conservación y decantación
que tienen el vino, el aceite, los licores, etc.
El primer producto (el que hoy se presenta)
La botella “Martín Berasategui
System”, conseguirá que un vino de
calidad llegue a la mesa en un estado
íntegro, ya que su diseño permite los
siguientes pasos:

1-. No será necesario filtrar el vino en bodega.
Este antinatural proceso resta cualidades
a los vinos y disminuye la personalidad
del viñedo. Con este nuevo envase
conseguiremos vinos más naturales, con
matices organolépticos del territorio
intactos: los posos retenidos en su fondo
serán naturales testigos de calidad.
2-. Nueva fórmula de almacenamiento ideal
para el decantado y reposo del vino, nuevas
posibilidades de envasado adaptadas
a la características estéticas de la botella.
3-. Nuevos conceptos de servicio gracias
a su ergonomía.
La botella actúa sin necesidad de ningún tipo de mecanismo, y el material
es el de siempre y el más adecuado: el vidrio.
Decanta las impurezas y evita que estas salgan a la hora de servir. Son
su diseño y arquitectura lo que permiten que los posos decantados se
mantengan, por simple efecto de la física, en el fondo de la botella.
Las nuevas posibilidades de almacenamiento y logística son muy importantes
de cara a las bodegas, restaurantes, tiendas y particulares. Por
un lado mejora notablemente la conservación del vino, por otro permite
un aprovechamiento del espacio de almacenaje de forma considerable.
Finalmente, puede ser concebido como un complemento perfecto
para enriquecer visualmente la estancia.
A la hora de servir el vino, la forma de agarrar la botella es completamente
natural: por la parte inferior, con un dedo en el fondo y los
otros en su baja cintura. Comprobaréis que apenas existe contacto con
el vidrio, evitando, por tanto, la transferencia de temperatura al líquido
del interior.
Las excelencias de la nueva botella no se limitan
exclusivamente al vino. Otros productos como
aceites de oliva, licores, algunas cervezas, etc.,
embotellados en la “Martín Berasategui system”
conservarán intactas todas sus características y
el simple hecho de utilizar este envase comunicará
al consumidor que han sido producidos con
el máximo respeto, evitando procesos agresivos,
para que disfrutemos de una calidad natural.

Las impurezas que existen disueltas en los
líquidos producidos a partir de frutas (vinos,
licores, zumos, aceites...) entran en la
botella en el proceso de envasado.
Con el tiempo, los sólidos disueltos se
depositan por gravedad en la zona inferior
de la botella.
Cuando vamos a servir el contenido, en una
botella tradicional los posos se disuelven
de nuevo o son arrastrados hacia la copa.
En una botella “MartínBerasateguisystem”
el efecto vacío hará que los posos permanezcan
en el fondo.
También se ha patentado otra forma de
transportar las botellas.
Hasta ahora, las cajas colocan las botellas en posición vertical
u horizontal. ¿Y por qué no con la inclinación necesaria y precisa
que facilite la decantación, y además suponga la posición
ideal de la botella?
Sin duda otra genial idea que posibilitará, por ejemplo, evitar
que las botellas duerman desnudas en las bodegas, permitiendo
que desde que se embotella el vino, se pueda etiquetar y
dormir en la posición ideal que le facilita la caja, en vez de
desnudas en el jaulón, evitando el trasiego, lavado de la botella
para su posterior etiquetado, en definitiva otra costosa
manipulación.
Si además la caja sirve después de excelente botellero,
estamos convirtiendo el envase en una nueva funcionalidad
(botellero ecológico) en vez de un producto efímero.

Investigación y Desarrollo del Vino SL
San Ignacio, 9
47003 Valladolid, España.

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