Smirnoff, la tradicional marca rusa de vodka, lanza en la Argentina Smirnoff Black. Este nuevo vodka se destaca por su suavidad y apunta a ampliar el target de la firma hacia un público adulto y exigente. La diferencia con el vodka común se obtiene en su destilación que, en Smirnoff Black, sigue el proceso de producción tradicional ruso del siglo XVIII.

Una bebida blanca, como el vodka, no suele consumirse pura en la Argentina, y es difícil comercializarla como trago sin complementos –otros licores o energizantes–. Pero Smirnoff parece encontrar la alternativa para ganar espacio en el mercado del vodka Premium: su gama de bebidas y sabores vuelve a ampliarse en nuestro país con el nuevo Smirnoff Black, después de la presentación de Smirnoff Caipiroska en febrero de este año.

En todos sus lanzamientos, Smirnoff destaca la importancia de priorizar los sabores refinados y, con Smirnoff Black, la marca ofrece un vodka más suave que el tradicional, pero que mantiene notas de cuerpo y carácter. La diferencia en el gusto está dada por el proceso de producción porque, además de las tres destilaciones características de un Smirnoff, incluye una cuarta destilación que retiene y acentúa las esencias naturales del grano que se destila. Este tipo de producción imita a la que se realizaba en Rusia en el siglo XVIII. Según sus creadores, Smirnoff Black “es realizado de forma tradicional y a través de una destilación muy cuidadosa y filtrado con carbón de leña de Abedúl Plateado Siberiano para crear una suavidad única”.

Con este nuevo producto, Smirnoff busca atraer a un público adulto y exigente, apartándose así del target que mantiene desde hace años con el vodka común: cosumidores jóvenes, pero experimentados en la ingesta de alcohol.

Como una estrategia adicional de comercialización, Smirnoff Black busca ser atractivo para el cosumidor, también desde su envase. El diseño de la botella sigue una línea sobria y elegante, con la etiqueta directamente impresa sobre ella.

Smirnoff tiene sus orígenes en el siglo XIX en Rusia, donde se instaló su primera destilería en 1864. Rápidamente tuvo gran éxito hasta convertirse en el proveedor oficial de la Corte Imperial Rusa en 1886. En 1934, este vodka se elaboró en Estados Unidos. Y hoy, estableciéndose como un ingrediente esencial en los cocktails clásicos, fue lanzado en más de 130 países en el mundo.

Se trata de una bebida perteniciennte al grupo Diageo, de bebidas alcoholicas premium y que produce y comercializa una excepcional colección de marcas en bebidas espirituosas, cervezas y vinos. Dentro del portfolio de marcas de Diageo también se encuentran Johnnie Walker®, J&B®, Baileys®, Guinness®, Smirnoff®, Cuervo®, Tanqueray®, Ciroc,® y los vinos de la Bodega Navarro Correas, San Telmo y Chalone, entre otras más.

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