LUIS VICENTE ELÍAS PASTOR
El disertante español vino a contarnos su experiencia en Rioja. Es licenciado en filosofía y antropología, responsable del Departamento de Documentación y Patrimonio Cultural de Bodegas R. López de Heredia Viña Tondonia SA, de Haro (La Rioja, España).
A pesar de que el consumo del vino de a poco vaya aumentando, en algunas partes del mundo desciende o está estancado. Una forma de ayudar al consumo es que las personas conozcan su historia, no sólo la de la bodega sino también la historia centenaria que tiene el vino. “Cuando hablamos de turismo del vino no implica sólo abrir las puertas de la bodega, contratar a un guía bilingüe y listo. Esto es insuficiente, el turista se aburre y más si viene de recorrer otra bodega”.

Experto en patrimonio cultural, Elías Pastor está realizando en Viña Tondonia una exposición temática: Histórica, Etnográfica y Documental. “El trabajo que nosotros estamos haciendo en la bodega, a diferencia de lo que hace todo el mundo (un restaurante, alojamiento, guía por la bodega, etc.), es resaltar nuestro patrimonio cultural”.

“Lo primero que hicimos fue una investigación previa, que nos ha llevado tres años, previo al centenario de la bodega. Este fue nuestro tema diferencial del cuál nos guiamos. La exposición se llama, “Viña Tondonia. Un pago, una viña, un vino”. Lo que quisimos resaltar es la viña, la historia de hace 100 años atrás, cómo hacia el productor antes para cultivar, que objetos, herramientas utilizaba”.

“Los objetivos son describir la biografía de cada protagonista del vino, relatar la actividad laboral, comparando hace 100 años hasta la actualidad. Mostrando la evolución de las técnicas, valorar las virtudes de capacidad, narrar la situación social de la época, alcanzar la actualidad a través de un viñedo centenario y lo más importante crear un producto turístico complementario a la visita a bodega. Este acontecimiento lo realizamos al celebrar el Centenario de Viña Tondonia, de esta manera elegimos la temática”.

“En el museo de la bodega, además de los objetos de aquella época, se han obtenido documentos, fotografías, planos de la construcción de la bodega (que han sido investigados y analizados por arquitectos). Todas estas investigaciones lleva un proceso científico que ayuda a reconstruir la historia de la bodega. De esta manera le damos valor, utilizamos documentos para que el turista relacione los objetos, los planos, los documentos con la historia del vino. Es algo más que una visita a bodega”.

“Hay que buscar fórmulas de promoción que no sean las mismas que en todas partes del mundo. Hay que buscar formas de comunicación que enriquezcan el paquete turístico y nos permita ayudar a la venta del vino. En nuestro caso optamos por el patrimonio cultural ya que de esta manera abrimos el abanico de posibilidades para el turista. Yo ayudo a la venta del vino pero no vendo vino”.

“Con esta exposición mostramos cómo se hacía antes para cultivar. Todos sabemos que con la aparición la tecnología los elementos para trabajar se han desarrollado impresionantemente. El turista conoce como es hoy pero no como se cultivaba antes y esta es una manera de mostrarles otra realidad que no conocen y que las bodegas no muestran, siempre hay que mirar no para donde van todos sino como hago para diferenciarme del resto y esa formula sólo se va a poder hacer investigando un poco”.

Un turista que visita una vez la bodega no vuelve a hacerlo por segunda vez. Por lo que Elías Pastor dijo, “esta exposición es sólo temporaria, la inauguramos el 13 de septiembre y cerramos a mediados de enero del año que viene. Tanto el museo o lo que se vaya a hacer debe ser temporario, ya que el visitante que vino una vez no va a volver a ver los mismo, por lo que se tiene que ir renovando y seguir investigando para cambiar. De esta manera el turista vuelve a nuestra bodega”.



“Las expectativas que nosotros teníamos antes de abrir las puertas era alcanzar los 4.500 visitantes hasta diciembre de 2007, y hasta el momento el número ya es mucho mayor, por lo que la inversión que realizo la bodega y el objetivo a cumplir a sobrepasado las expectativas. No hay que tener en miedo en ser creativo, en querer diferenciarse, ya que esto nos va a marcar”.

“Hay que tener en cuenta que la mejor promoción de una bodega o de un vino es el turismo. Esto pasa porque uno que visita la bodega y prueba un vino, cuando vuelve a su país de origen y va a un supermercado o va a una vinotera y ve un vino de ese que probó en Argentina les aseguro que compra ese vino, por que lo conoce”.

Según el disertante dijo que la inversión fue alrededor de 200.000 €. En este monto colaboró la Consejería de Agricultura y la Dirección General del Turismo del Gobierno de La Rioja, con un 31% de la inversión”.

“Yo no trato de potenciar el vino sino el territorio, he buscado una fórmula de promoción distintiva, es la única bodega en el mundo que se dedica a la información con personal contratado para ellos de patrimonio cultural es opcional y forma parte de un proyecto que es novedoso. Además el tema de la publicidad, nosotros cuando comenzamos con esto las revistas especializadas los diarios nos venían a buscar a nosotros para hacernos una nota, no nosotros pagando por esto. Además como nos paso con este seminario, hemos sido invitado a congresos, charlas universitarias, un montón de eventos que hace al final de todo la promoción de la bodega y del vino en forma indirecta”.

Otra alternativa

Cuando comenzamos las investigaciones el segundo punto que destacaron los turistas que entrevistamos fue el paisaje de los viñedos.

A diferencia de Argentina en España los senderos de los viñedos son de carácter público no pertenecen al bodeguero, por lo que no están cercados. De esta manera el disertante español dijo que optaron por aprovechar este recorrido para hacer una guía por los viñedos, para hacer actividades opcionales.

“Colocamos carteles, señalizamos todo el recorrido, en donde el turista puede pasear por allí o solo porque se le da un mapa, con un guía o lo puede descargar en su GPS. Así como también una vez que finaliza la época de cosecha, el turista que recorre los viñedos se les enseña como se hace para sacar las uvas y ellos mismos lo hacen. Esta es otra de las alternativas que se puede realizar”, finalizó Pastor.

Argentina

Elías Pastor habló del turismo del vino en Argentina, de algunas falencias y la forma en la que estamos progresando. “Lo primero que hay que hacer son actividades complementarias, ustedes tienen muchas visitas a bodegas pero el turista se cansa de ver siempre lo mismo. En el caso de Mendoza, ustedes tienen un buen museo “La Rural”, con objetos maravillosos y una historia increíble pero no lo han sabido explotar como debe ser, tienen que ponerlo en valor”.

“Mendoza tiene historia, y yo que he recorrido algunas bodegas he podido observar diversos objetos que los guardan, que están tirados como trastos viejos, pero hay que ponerlos en valor”.

“Una de las mayores falencias que he encontrado ha sido la falta de un centro de recepción para el turista. Uno cuando llega a Mendoza dice bueno a dónde voy, qué hago, pero no hay un lugar que me reciba como es en el caso de la Casa del Vino en Burdeos o en otras zonas vitivinícolas”.

“Me ha sorprendido lo que ha crecido Argentina en los últimos 5 años, sobre todo, cada vez que vengo hay más bodegas y que se dedican al turismo. Ha dado una vuelta extraordinaria y lo demuestra este tipo de eventos, la gran concurrencia y la cantidad de jóvenes interesados en esto que Argentina ha podido explotar, tomarlo tan en serio y con tanta responsabilidad, que ni siquiera sus vecinos chilenos lo han conseguido”.

“Mendoza y Argentina tiene un gran potencial sin explotar aún. Pero deben trabajar en conjunto para que siga adelante. Los caminos del vino son una buena alternativa pero no la única, ya que no alcanza para el potencial de visitas que tiene en este caso Mendoza. Lo más importante a tener en cuenta es hacer una investigación previa que nos muestre la historia de nuestra región. Esto hay que resaltarlo, La Rioja, Salta, Mendoza, etc. Cada una de estas provincias tienen su música, su cultura, cada bodega tiene su historia, si son inmigrantes o no, si es una bodega familiar, artesanal, bueno como esto millones de detalles que hacen la diferencia”.

Por Laura Saieg
lsaieg@areadelvino.com

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