Deyanira Reglas hacía preparaciones para acompañar comidas y sorprender a sus amigos con algo nuevo. Hoy produce 2.500 frascos de jalea de vino, fabricada en su casa con mostos de alta calidad.
Al destapar el frasco surge la sorpresa. El olor y sabor a vino son inesperados y golpean suave, penetrando papilas cual una copa de un buen mosto. Porque, aunque no es líquido, lo que hay en ese pequeño frasco es vino, sólo que convertido en jalea. Y al igual que su versión tradicional, es un complemento de las comidas, sea para carnes, pescados, quesos o patés. También, ¿por qué no?, como ingrediente de postres, relleno de chocolates, salsa o glaceado de algún helado o pastel.
Sabía que en Estados Unidos y Canadá existían similares, pero quería un producto propio, con vinos chilenos. Por ello, cual una alquimista, ensayó distintas combinaciones hasta obtener la mezcla y textura de una jalea a la que denominó Alma Sol, fabricada ciento por ciento con buenos vinos chilenos.

Pensó en la producción masiva y emprendió el vuelo con una inversión inicial de $1 millón. Significó obtener los permisos sanitarios y la autorización municipal. Lo siguiente fue diseñar las etiquetas y definir los envases de sus jaleas: pequeños frasquitos de 156 cc con el nombre de Alma Sol.

La uva madura con el sol, tiene frutosidad, aromas; el sol es lo que determina las cualidades del vino, explica la empresaria al dar las razones de ese nombre.

Su fábrica está en su casa de Ñuñoa. Tres ayudantes de medio tiempo la apoyan en un trabajo 100% artesanal.

Su materia prima son vinos de alta calidad, que compra en los supermercados, pues no se quiere amarrar con una viña. Trabaja con seis variedades de jaleas tintas: cabernet sauvignon, carménère, merlot - las más pedidas- , syrah, pinot noir y rosé de cabernet sauvignon. Se suman cuatro de jalea blanca: chardonnay, gewürztraminer, late harvest y sauvignon blanc.

El objetivo es llegar a los consumidores que saben de vinos y así aprecien las cualidades de la jalea. Quiere evitar que la confundan con una mermelada casera o que se venda en forma masiva.
elaboradaS con prestigiosos vinos chilenos, convirtiéndose en un fino y elegante producto para acompañar muchas preparaciones. Entre las bondades que ofrece la jalea de vino, están las enormes posibilidades de uso, por ejemplo en aves de todos los tipos, carnes rojas, sopas, salsas, glaseados, pescados, mariscos, patés, quesos de diferentes tipos, postres, helados y repostería en general.

Es un excelente y delicado producto para personas que gustan de conocer y experimentar buenas y nuevas armonías de sabores y aromas.

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