Reseña Histórica
A mediados de octubre del año 1860, un residente español de Buenos Aires, llegado al
país cuatro años antes, compra por 521 pesos fuertes un solar con "casa de ladrillos"
ubicado en la calle Victoria ( Hoy Hipólito Irigoyen ) N0 322, en las vecindades de los
concurridos cafés "La Amistad" de Rivadavia al 700 y el recién inaugurado Tortoni
(Rivadavia y Esmeralda) y en el más cercano, La Victoria (Bolívar y Victoria). Instala
en ese lugar una "Fonda y Botillería". Por aquel entonces y hasta muy avanzado el siglo
XX, no era costumbre servir comida en los cafés, su servicio consistía en café, té,
chocolate, candial, horchata, naranja, vino, licores y alguna guarnición para acompañar.
La nueva fonda ofrecía la clásica y suculenta comida española y la más humilde aunque
requerida cocina criolla. Un gran cartel que el emprendedor García había puesto en la
concurrida salida Sur de la Estación Central en Paseo de Julio y de la Piedad
ofertaba: "Gallina hervida, puchero de garbanzos, vino carlón, yerba y cigarros". La
publicidad también era vista por los pasajeros del muelle nuevo.
Buenos Aires, dejaba de ser "la gran aldea", sus 177.787 habitantes de 1858, pasaban a
los 400.000 de 1883. En el 1900, era ya una de las ciudades más pobladas del mundo y
asombraba a los visitantes por su esplendor, la elegancia de su gente y los lugares de
comida y esparcimiento.
En "El Imparcial", la eliminación de las rejas en el mostrador, diferenciaba a la fonda de las
pulperías. El lujo y los nuevos baños, inusuales para la época, brindaban confort y aseo.
Las reformas se realizaron con material proveniente de la demolición del antiguo "Fuerte de
San Miguel", permaneciendo la imagen del Santo presidiendo el mostrador durante los
primeros años, para perderse en su posterior mudanza.
Por estos tiempos, la Plaza de la Victoria y la Plaza 25 de Mayo, unificadas en 1884 por
T.de Alvear con el nombre de Plaza de Mayo y sus alrededores constituían el corazón de la
ciudad y sus construcciones eran las más importantes. En sus vecindades, sobre Perú,
Victoria y La Piedad se ubican los principales comercios de la época.
El Imparcial, ubicado entre cafés muy politizados, patricios, miñones, realistas fue así
llamado por pretender, ubicarse en un punto intermedio, entre los rendidos federales y los
ascendentes liberales, recién vueltos de su exilio, para captar con ese argumento, la
prestigiosa clientela proveniente del nuevo edificio del Congreso Nacional distante poco
más de dos cuadras. Ese equilibrio y equidad, marcaba en adelante a su intención y su
clientela.
La calle Victoria y sus alrededores eran tránsito obligado del paseo acostumbrado de
salida de misa de 11, de la Catedral y San Ignacio. Se ubicaban en ella las tiendas más importantes. "Exhibíanse en esos paseos las audacias de la moda femenina en materia de
peinados, calzados y vestidos La Señora de Montellano y sus hijas recorrían las tiendas de
la calle Victoria casi al anochecer.
En los carnavales, las comparsas con su bombo, clarinete y flauta paseaban por la calle
Victoria.
En la precaria contabilidad de don Severino García, consta que tenían "libreta" los albañiles
que desmontaron la recova vieja en 1884; los que demolieron la torre del cabildo en 1889
y los que, en 1903, tiraron abajo el Colegio Real Convictorio Carolingio, dando lugar al
edificio del actual Colegio Nacional de Buenos Aires. Contaban con crédito también los
empleados del Departamento de Policía ubicado al frente (altos del Seminario). Consta que
los proveedores de la materia prima de sus guisos, eran los puestos más prestigiosos del
"Mercado del Centro". (Las actuales Perú, Alsina, Moreno y Chacabuco).
Los hijos de Don Manuel García, Manuel y Severino, recordaban siempre, que su padre les
relataba la "buena bolsa" que hacía, con la clientela procedente del foco de cultura que constituía la "Manzana de las Luces", legado de la Compañía de Jesús.
El siglo XX, produce la transformación radical de la zona. La fiebre edilicia, genera cambios
que afectan al ya consolidado negocio gastronómico: se realiza el achicamiento del cabildo;
la apertura de la Avenida de Mayo; los trabajos del primer Subterráneo; la línea "A" y
finalmente se comienza con los trabajos de expropiación y trazado para abrir la diagonal
Sur. Este último rebrote de modernidad, obliga a los hijos de Don Manuel, Manuel y
Severino a trasladar el ya conocido "El Imparcial" a la calle Victoria 1009, próximo a la
esquina Del Buen Orden, (actual Bernardo de Yrigoyen).
El cambio a la nueva zona, por ese entonces arrabalera, pintoresca y comercial, hizo variar
también las especialidades gastronómicas. Su clientela derivó hacia el paisanaje que
concurría a los negocios de platería y lomillería. Bajaban desde Constitución en busca de
facones, aperos con labrados artísticos, por lo que la empanada Gallega fue tomando
terminaciones más parecidas al "repulgue" criollo que al español, debiendo competir con
fondas populares.
Pero nuevamente el progreso y el remozamiento de la ciudad origina a partir de 1931, la
apertura de la Avda. 9 de Julio que obliga al desalojo de la manzana ocupada por las calles
Victoria (H. Yrigoyen) Buen Orden (Bemardo de Irigoyen) La Plata (Rivadavia) y Lima. En
1933,se instala Don Severino García en la actual ubicación con puerta principal sobre Salta
93, donde funciona el Bar y Restaurante. En la esquina H. Yrigoyen 1201, funciona el
"Almacén y venta de Ultramarinos". Ya gira como propietaria una sociedad "SEVERINO
GARCIA S.R.L."En su nueva ubicación más que nunca tiene protagonismo su nombre:"EL
IMPARCIAL"; la Avenida de Mayo constituía por ese entonces un campo de batalla que
embanderaba a los bares y cafés próximos. Esos lugares eran precedentes o sucedáneos
de la clientela que hacía una pausa en sus discusiones políticas para degustar la cocina
española del restaurante.Los partidarios de Franco y la monarquía usaban de cuartel el Bar
Español,lindante a "El Imparcial", cuyo solar es hoy ocupado por el Banco de Boston
(Avda. De Mayo y Salta esquina Oeste); los republicanos, se abroquelaban en el Iberia
(aún permanece en la esquina Este). Las violentas discusiones, con frecuentes proyectiles y
hasta mobiliario que volaba, atravesando la frontera constituida por la calle Salta
propiciaban la posterior neutralidad de Don García, que recibía por igual a 105 heridos o
cansados contendientes, señalando el cartel que campeaba junto al nombre y que rezaba:
Son prohibidas en este lugar, los debates de mesa a mesa y las discusiones de política y
religión.
"El Imparcial". Además de su mentada equidad, don Severino mostraba una cierta
misoginia, dado que se preciaba de no haber tenido nunca entre sus empleados "vitroleras,
alternadoras,coperas ni orquestas de señoritas",que comenzaban a proliferar en las "tascas"
que se instalaban en las inmediaciones.
En la planta alta del comedor, sobrevivía el antiguo "Hotel Victoria" que luego de una
digna existencia había declinado hacia una especie de inquilinato. Era uno de los bares
restaurantes más viejos de Buenos Aires. El derrumbamiento del techo ocurrido a las 1.20
horas del 6/12/1965, ocasionó la clausura del Bar y del Hotel Victoria. Al poco tiempo, el
10/10/1966, se remataron las existencias del local y quedó derruido todo el edificio se
derrumbaron sobre el comedor cuatro habitaciones del hotel, originando la demolición de
las viejas instalaciones, dando lugar el 18 de septiembre de 1969 al actual edificio
especialmente hecho para restaurante. En su construcción, proyecto y dirección interviene
don Joaquín Barreiro González, que como el viejo fundador, era natural de Pontevedra,
ingresando al país de la misma manera que don Manuel García pero exactamente 80 años
después.
Durante toda su vida, El Imparcial atrajo con su nombre a la colectividad hispana y sus
descendientes. Pese a lo politizado de la hispanidad se instauró como norma de sus regentes
y propietarios eliminar las discusiones políticas y religiosas que identificaban a los
politizados cafés, bares o negocios en general, de la castiza zona, y alejarse de toda
posibilidad de violencia de cualquier signo que fuera. Severino García dejaba en las cenas,
un mozo de guardia" esperando la salida de los concurrentes al teatro Victoria (H. Yrigoyen
y San José); igualmente disponía Don Joaquín Barreiro, a la salida de las funciones del
Teatro Avenida, normalmente el mozo de guardia era el más fornido e impresionante para
desalentar posibles discusiones.
El Imparcial, imponente en sus 147 años de existencia, es el más antiguo y tradicional
restaurante de Buenos Aires sirvió como punto de reunión de los personajes más
famosos de la vida política, artística, literaria y deportiva del país y del exterior. Su fina
decoración estilo español,con las artesanales mayólicas de Benvenuto y las pinturas al óleo
que se acumularon a lo largo del tiempo, invitan a la serenidad y deleite de los sentidos. La
excelente comida y esmerada atención le ha hecho merecer reconocimientos nacionales
e internacionales. Los trofeos ~ AMERICA 86 ~" INTERNATIONAL AWARD FOR
THE GOOD SERVICE" encabezan los numerosos lauros obtenidos desde la madre
patria, premiando el bueno gusto y la calidad gastronómica. En su menú figuran los
pescados y mariscos en todas sus variedades,las paellas,cazuelas, rabas,ostras, caracoles y
ranas.
Los jamones conforman una larga categoría por su maduración tanto en españoles como
nacionales. El cocido madrileño se fue enriqueciendo con lo mejor del puchero criollo,
logrando una simbiosis de la mejor cocina. Su extensa cava conforma lo mejor de los
vinos españoles, portugueses y nacionales, TODO ELLO NOS LLEVA A AFIRMAR
QUE EN EL IMPARCIAL PASAN LAS GENERACIONES, PERMANECIENDO
LAS TRADICIONES.
CARTA
Especialidades de la Casa
Gran Paella a la Valenciana
Arroz con Mariscos
Ranas al Gusto
Sardinas Frescas de Vigo
Empanada Gallega de Atún
Callos a la Madrileña
Fabada Asturiana
Chupín de Pescado
Gambas al Ajillo
Camarones al Ajillo
Mejillones a la Provenzal
Cazuela de Mariscos
Cazuela de Pulpo Español
Pulpo Español a la Gallega
Bacalao Noruego a la Gallega
Bacalao Noruego a la Vizcaina
Cazuela de Bacalao Noruego
Brochette de Langostinos
Cochinillo al Horno con Papas
Arroz con Frutos de Mar
Filet de Trucha con Salsa de Almendras
Filet de Trucha con Salsa de Nuez
Filet de Abadejo a la Florentina
Caracoles Bordalesa
Mejillones Don Nico
Almejas Don Nico
Hipólito Yrigoyen 1201 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel: 4383-2919/7536
Nectar Wines Trade
Buenos Aires - Argentina
Tel.: (5411) 1558299289
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